Qué es la histeria

Para entender algunas cosas de nuestro presente es necesario echar una mirada al pasado. En esta ocasión vengo a hablar de una enfermedad que se puso de moda en el siglo XIX: la histeria.

HISTORIA DE LA HISTERIA

La palabra histeria viene del francés hystérie, y ésta del griego ὑστέρα, que significa «útero». El mito en Grecia relataba que el útero estaba en constante movimiento por el cuerpo de la mujer y producía enfermedades cuando llegaba al pecho. Solía darse en cierta clase de mujeres: viudas, religiosas, solteras y raras veces, casadas.

En la época victoriana las histéricas comenzaron a llenar las ciudades. Esas pobres pacientes llegaban a la consulta con una serie de síntomas tales como insomnio, pesadez abdominal, pérdida de apetito, irritabilidad o fantasías sexuales recurrentes. El tratamiento era simple: mediante masajes con aceites se estimulaba el clítoris y así se hacía llegar a la paciente al paroxismo histérico (lo que hoy en día se conoce como orgasmo) curando su mal durante unos días. En hospitales psiquiátricos se llegaba a aplicar un chorro de agua directo a estos genitales para aliviarlas.  En los casos más extremos se practicó alguna histerectomía (extracción del útero).

paroxismo-histerico

HISTORIA DEL VIBRADOR

Llegar al orgasmo mediante el masaje llevaba mucho tiempo, cansancio y otras molestias para el médico. Por esto nació en la década de 1880 el primer vibrador de baterías de la mano de Joseph Mortimer Granville. Se estableció en todas las consultas para que una vibración directa sobre el clítoris provocara el paroxismo histérico en menos tiempo y sin tantos esfuerzos. Una epidemia de histeria se desató en las ciudades. Mujeres de toda condición sentían la necesidad de curar su deseo sexual insatisfecho de la manera más legítima posible, es decir, acudiendo a una consulta a confesar sus males psicológicos.

En 1902  la empresa estadounidense Hamilton Beach of Racine patentó el vibrador doméstico anunciándose en revistas del hogar y periódicos. Sinónimo de salud y buena vida hizo desaparecer a las histéricas del mundo dejando que los males se curaran en casa sin necesidad de que otra persona supervisara los tratamientos.

vibrador

FIN DE LA HISTERIA, FIN DEL REMEDIO

A partir de 1952 (¿no os parece que esta fecha no nos queda tan lejos?) la visión de este aparato doméstico cambió. De ser un instrumento de relax perfectamente aceptado y generalizado pasó a verse como un aparato perverso. La razón es simple: la Asociación Americana de Psiquiatría decidió que la histeria era más un mito que una enfermedad. Sin la excusa ya no había razón para comprarlos ni para venderlos, de este modo desaparecieron de los medios cotidianos y las mujeres se quedaron con el buzón de correos vacío durante un tiempo.

Sabemos que en unos años han aparecido multitud de tiendas eróticas en las que se venden este tipo de «juguetes». Incluso se pueden comprar por Internet en el más absoluto anonimato y recibirlo en casa sin que nadie sospeche nada. Porque lo anuncian así, en la teletienda y en las páginas web de utensilios eróticos, asegurando que nadie va a saber que lo estás comprando. Si te ven adquiriendo un vibrador puedes ser un pervertido para los desconocidos que te vean saliendo de esas tiendas, para los vecinos que estén cotilleando lo que te lleva el de Correos, para cualquiera.

¿NECESITAMOS AHORA UNA EXCUSA? ¿ES NECESARIO QUE VUELVA LA HISTERIA?

No creo que esté tan aceptado el hecho de que la mujer sea un ser sexuado. Una persona con fantasías sexuales y necesidades reales de satisfacerse. Es una pena que en el pasado la mujer tuviera que ir al médico para poder obtener un orgasmo sin que la sociedad estuviera en su contra y se la tachara de ninfómana. Igual que es una pena que en la actualidad el hecho de que una mujer tenga un vibrador en el cajón de su mesilla sea sinónimo de que sus relaciones sexuales en pareja sean precarias o si está soltera se la mire con una mezcla de desprecio y penita al pensar que la pobre chica no tiene con quién desestresarse. Esconder las cosas por vergüenza no es aceptación sino todo lo contrario y eso es lo que nos pasa a nosotros tan modernos como somos, que tendemos a ocultar.

Deberíamos declararnos todas histéricas para que todo lo que hacemos, fantaseamos y deseamos esté aprobado por los demás, ¿no os parece? ¿La histeria aprisionó a la mujer o la liberó?

Material que puede interesarte:

  • Si queréis pasar un rato agradable y aprender un poco más sobre todo lo que os he contado hoy también os recomiendo la película «Hysteria» (2011). Pasas el rato, te das cuenta de algunas cosas y el protagonista no está nada mal 😉

5 opiniones en “Qué es la histeria”

  1. Jejeje, siempre está bien que salga un chico agradable de ver en una peli xD

    Me encanta lo del anuncio de uno de los primeros vibradores, para dárselo por el pie, la espalda… xD bueno, por lo que parece la histeria ‘liberó’ a las mujeres durante un tiempo, en el que pudieron por lo menos disfrutar. Si no hubiera ocurrido a lo mejor no hubiera cambiado mucho la historia. Dicho de otro modo, que les quiten lo bailao a esas suertudas.

    Me encanta que pongas cositas en griego ^^

    Muaaaaaaa

    1. Sí que está bien que salgan chicos agradables en las películas…Así enganchan más 😛

      Supongo que en los anuncios de la época no podían decir de manera explícita para qué parte del cuerpo servía el producto aunque seguro que todas las mujeres lo conocían por el boca a boca. Lo único que digo es que no tenemos tan superadas estas cosas respecto a las mujeres y a la masturbación, y parece que hay que pedir permiso a la moral para darse el lujo de quererse a uno mismo. Cuando al hombre se le presupone la masturbación a la mujer se le pregunta con curiosidad porque todavía hoy seguimos sin saber muchas cosas del lado femenino.

      ¡A mí me gusta saber de dónde vienen las palabras porque así se entiende todo!

      ¡Un beso gordo!

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